INTRODUCCIÓN
Están muy enamorados, cualquiera puede verlo. En la escuela y cuando
salen con sus amigos, siempre buscan estar juntos. Presumen su amor.
Pero si él o ella coquetea con otras personas, entonces se enojan, se
insultan y pueden incluso abofetearse. La reconciliación es lo mejor.
Pellizcos en los cachetes, leves nalgadas o palmaditas en la nuca o
espalda. Y las palabras de siempre: "no pasa nada. A ti es a quien
quiero", y asunto arreglado. Tan recurrente es la escena que ambos se
acostumbran. Con algunas variantes, así nace la violencia en el
noviazgo. Si se permite, del reclamo se pasa al insulto; del insulto a
los golpes; de los golpes al sometimiento y de éste a la violencia
sexual.
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