Las conductas violentas en las relaciones de pareja no son
percibidas como tales ni por las víctimas ni por los agresores, pues
generalmente se confunden maltrato y ofensas con amor e interés por la
pareja. A partir de los 15 años y hasta antes del matrimonio, los
adolescentes y jóvenes comienzan a aprender y ensayar nuevas formas de
comportamiento acordes con su creciente libertad e independencia de la
familia de origen, para adoptarlas en su vida futura. Georgina Zárate, psicoanalista y académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
de la UNAM, afirma que es imposible pensar una relación amorosa sin una
dosis de sentimiento hostil, porque así nos enseñaron desde la
infancia: "Un buen día --explica-- nos damos cuenta que mamá, papá, o
ambos, no nada más nos tratan amorosamente, sino que también nos
regañan, nos pegan, nos gritan, se enojan, nos amenazan con la pérdida
de su amor. Y eso se reproduce, de algún modo, en relaciones posteriores
que son, todas, ambivalentes, con sus dosis de amor y de odio."
La violencia psicológica en los noviazgos adolescentes actuales es tal, que las jóvenes llegan a cambiar su comportamiento con tal de evitar peleas, al igual que cambian su forma de vestir; además la mayoría de ellas ha perdido contacto con amigos, familiares y compañeros de escuela, con tal de que su pareja no se moleste.
Cabe mencionar que este tipo de relación generalmente se vuelve un tormento para las jóvenes ya que sus parejas se burlan de ellas y las critican constantemente, en pocas palabras son menospreciadas por ellos; y de ser unas jóvenes alegres, seguras de sí mismas, independientes, etc., se pueden transformar en todo lo contrario debido a la presión ejercida por sus novios.
Tomando en cuenta que en la etapa de la adolescencia se hacen presentes las inseguridades y necesidades de aprobación, es común encontrar relaciones donde la mujer deposita su confianza a la pareja esperando recibir aprobación y compañía por parte de él.
Cuando existe un interés y cariño sincero siempre se buscará el bien de la otra persona; el respeto es un valor que debe estar presente en distintos aspectos como lo son las ideas, la toma de decisiones, opiniones, gustos, hábitos costumbres, entre otras cosas.
La violencia no tiene sexo. Los comportamientos violentos pueden ser cometidos por las chicas p los chicos y los dos sexos pueden ser víctimas.
Las Apariencias Engañosas en una Relación
Mal querer. Puede
ser difícil de concebir como amor y violencia pueden coexistir. La
ternura, el respeto del otro, el compromiso, la confiaza forma
generalmente parte de la mayoría de relaciones amorosas. Por tanto,
desamor, esto existe también.
Mal de amor. La
violencia en las relaciones amorosas es a menudo sutil. Una persona que
utiliza unos comportamientos violentos puede, en ciertos momentos, ser
muy dulce, tener encanto, ser seductor, darte placer y mimarte. Una
persona que tiene unos comportamientos violentos no detesta
necesariamente su compañero. Si tu vives la violencia en tu relación
amorosa, puede que tu compañero y tu seais no obstante muy ligados el
uno del otro. A menudo es la causa de las cualidades del otro y de loa
momentos de dulzor que una persona puede ser tentada de quedarse en una
relación que la hiere más que no le devuelve.
La esperanza de una vuelta atrás. La
violencia puede instalarse a la larga. Se puede tardar tiempo antes de
realizar su prsencia y de admitirla. Puede decirse "después de todo, el
otro está totalmente solícito al principio" que la violencia no es
pasajera. Una vez el engranage del ciclo de la violencia inicia. Puede
ser difícil detener la progresión.
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